Oksana Shabarova confía en una pronta solución, pero no sabe cómo acabará la guerra en su país. Esta mujer, que lleva década y media en Cuenca, relata con suma tristeza la situación tan delicada que se vive en Ucrania desde que estallara la guerra. Vive intranquila porque tiene además familia en la capital del país. «Es una situación horrible porque los rusos y los ucranianos siempre nos hemos considerado como hermanos», reconoce Shabarova. Aunque subraya que la culpa del conflicto «es de un loco llamado Putin que vive en el pasado y que quiere vivir de glorias y victorias, algo que es del pasado». Además, esta ucraniana, que promueve la ayuda humanitaria para la comunidad ucraniana, se pregunta cómo van a vivir o qué futuro les espera a los jóvenes si van a crecer «sabiendo desde muy pequeños qué es la sangre, la muerte, las bombas y la guerra». 

Esta madre de dos hijos y abuela de una niña tiene claro que «la gente de ambos países prefiere la paz por encima de todo y nadie quiere la guerra porque nadie quiere morir y vivir entre disparos». Además, Shabarova detalla que la sociedad avanza en un mundo globalizado donde todos intentamos ser mejores y con respeto entre unos y otros, algo que «no entiende un loco que sólo quiere colgarse medallas». Esta ucraniana asentada en Cuenca expone también que Putin «se cree un rey y no permite manifestaciones en su país, por lo que no existe la democracia ni sabe lo que es. Está claro que es un dictador por encima de todo».