Leo Cortijo

Leo Cortijo


La Capitalidad tiene que echar el resto

25/09/2023

El sector de los hoteles en la capital no termina de sonreír de oreja a oreja. Tanto los viajeros como las estancias en agosto fueron menores que las registradas hace justo un año. Una tendencia que ya se observó en julio. Además, se está muy por debajo de la prepandemia. El máximo responsable de la Agrupación de Hostelería y Turismo y una de las voces más autorizadas para hablar del asunto, José Manuel Abascal, tiene claras las razones que justifican estos decepcionantes números en una ciudad cuyo principal motor de desarrollo es el turismo. A su juicio, el verano que acabamos de despedir ha sido el de la recuperación absoluta del turismo de sol y playa, que tanto castiga a los destinos de interior. Aún con la pandemia vigente, los hábitos de muchos turistas cambiaron y en lugar de la masificación de la costa prefirieron destinos de cercanía, sin tanta gente y con entornos naturales. 

Ahora parece que la tendencia general previa al Covid se restituye. Es cierto que el turismo rural ofrece unos guarismos que nunca había mostrado y que vive una época de esplendor. La provincia de Cuenca tiene mucho que apuntar en este capítulo, pero como bien explica Abascal, ahí los grandes beneficiados son otro tipo de negocios, como los apartamentos o alojamientos turísticos y las casas rurales. Eso, evidentemente, penaliza a los hoteles de toda la vida. El máximo responsable de los hosteleros conquenses también pone el foco en la necesidad de incentivar el tejido empresarial para aumentar la actividad en la ciudad entre el lunes y el viernes; en las consecuencias negativas que tienen las previsiones meteorológicas con demasiada antelación, que ya sea en forma de lluvias o de ola de calor, suponen un freno en el ánimo de los viajeros; así como en la dinamización de la oferta turística de Cuenca con actividades y eventos que nos permitan estar en constante movimiento. 

Precisamente este 2023 la ciudad vive –o debería vivir– uno de los años de mayor dinamismo en este sentido como Capital Española de la Gastronomía. Por el momento, la retroalimentación –o el feedback que dirían los modernos– de haber ostentado una desginación así no ha sido tan importante como cabía esperar. Es cierto que todo suma y mal no ha venido. En absoluto. Ahora bien, sería muy positivo dar un último empujón al título en el trimestre que resta y poner toda la carne en el asador. De momento, y es algo que se va a conocer en los próximos días, hay previsto un evento con Ferran Adrià. Y no será el último de este calado... Hay que echar el resto.