Leo Cortijo

Leo Cortijo


La desconexión matea de algunos

11/09/2023

Siete días siete –tal y como se anunciaría la ganadería en un cartel taurino– restan para que los conquenses se sumerjan en uno de sus particulares ochomiles de su idiosincrasia festiva. Si la Semana Santa es, sin ningún género de dudas, el Everest y San Julián el Nanga Parbat, San Mateo no deja de ser –como mínimo– el K2. Cuatro días de celebración, en algunos casos sin el debido control, para conmemorar, se supone, la reconquista de la ciudad al estado musulmán por parte de las tropas cristianas del Rey Alfonso VIII. Y no escribo se supone porque personalmente albergue alguna duda de lo que estamos celebrando, pero sí tengo bastantes –y no son infundadas– de que algunos de los que 'toman' el Casco durante estos cuatro días sean conscientes de por qué se celebran estas fiestas.

Pasa lo mismo con el hecho de ver correr la vaca enmaromada... Unos por razones animalistas y otros tantos por pura indiferencia, terminan San Mateo sin ver un pitón, a pesar de que el festejo taurino sea pilar capital de esta tradición festiva. Pero en fin, creo que la naturaleza de este debate hace tiempo que se desvirtuó y que, hoy por hoy, es una guerra perdida. Algunos reivindican un «San Mateo sin tortura», tal y como rezan algunas de las pintadas que suelen aparecer habitualmente en estos días. Es cierto que los firmantes de esos grafitis pueden ser dos o tres personas, no más, pero ahí están. Minorías ruidosas y sin razón, porque San Mateo es lo que es, con vaquilla. Si no es así, no sería San Mateo.

Pero más allá de las cornúpetas y de si se conoce o no el origen de la fiesta, lo que resulta inadmisible bajo cualquier punto de vista es el asqueroso trato que se da al Casco Antiguo de la ciudad. Un Casco Antiguo, por cierto, Patrimonio de la Humanidad y nuestra principal joya de la corona. No quiero generalizar, ni mucho menos, porque los hay que disfrutan con amigos o en familia de las jornadas mateas respetando las normas básicas de comportamiento y civismo. Ahora bien, también los hay que no piensan nada más que en ellos y demuestran querer muy poco a Cuenca dejando basura donde no deben, haciendo sus necesidades donde tampoco beben o tratando el patrimonio que les rodea de la manera inadecuada. Para colmo, y si no se remedia, solo habrá servicios mínimos por la huelga de los trabajadores de la limpieza... No van a dar abasto, aunque en este San Mateo vaya a haber menos gente por el 'caprichoso' calendario.