Preocupación entre los empresarios

J.L.E. / M.R.D.
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Las dificultades en el tráfico marítimo por el intercambio de ataques comienzan a causar retrasos en la entrega de mercancías y sobrecostes

Un buque en tránsito por el Canal de Suez - Foto: Europa Press

Las consecuencias para el comercio mundial por los problemas para el tráfico marítimo en el Mar Rojo son impredecibles.  Los efectos del intercambio de ataques causan ya una honda preocupación entre muchos empresarios, pese a la distancia que separa a la provincia de Cuenca de esta ruta vital de navegación entre Asia y Europa. 

Aún es pronto para evaluar las consecuencias de esta crisis, pero hay  empresarios intranquilos. Unos de ellos es Rubén Martínez, CEO de Rujamar, quien admite que están sufriendo ya «de manera indirecta» la escalada de la tensión frente a las costas de Yemen. En concreto, afecta al material que importan de China, que compran a través de proveedores de Alemania y Holanda, que es fundamental para llevar a cabo el proyecto de crecimiento orgánico en el que están inmersos. «Este material ya no se fabrica en Europa, hay que comprarlo en China, tiene ya un sobrecoste y además nos han avisado de que hay una demora de 40 días en los plazos de entrega», explica.

La empresa avícola conquense no está teniendo problemas en lo que a las exportaciones se refiere porque sus principales mercados están en otros lugares.Eso sí, con una excepción. Martínez explica que por ahora no pueden exportar a Israel tras el ataque desde la franja de Gaza. No obstante, reconoce su preocupación porque «esto nada tiene que ver con Ucrania, pero confío en que haya una solución y que Irán no se involucre más». 

madera 'más cara'. El lutier casasimarreño Vicente Carrillo, uno de los fabricantes de guitarras más prestigiosos de España, admite que también empieza a notar los efectos de la crisis en el Mar Rojo. Carrillo detalla La Tribuna problemas con la importación de madera proveniente de la India. «Ya me han advertido que la entrega lleva entre 20 y 25 días más, con lo que los costes de envío se elevan cerca de un 20 por ciento». La madera que importa para su trabajo de lutier tienen un valor de unos 25.000 euros y los costes de transporte se sitúan en unos 1.500 euros, pero se ha encarecido.  Carrillo explica que las exportaciones las lleva a cabo por vía aérea, no sucede así con la importación de la madera que utiliza para sus guitarras que viene por mar hasta España desde Cochín, uno de los puertos más importantes de la India.

El sector del ajo conquense, sin embargo, no se está viendo afectado por este conflicto. Y es que, tal y como afirma a esta redacción el miembro del Consejo Rector de la cooperativa de segundo grado Coopamán y presidente de la cooperativa Ajos de Las Pedroñeras, Julio Bacete, la menor producción de este año ha hecho que se esté reservando el producto principalmente para el mercado europeo y en menor medida para el continente americano (Brasil, Colombia o Estados Unidos), dejando a un lado los destinos asiáticos.

No en vano, Asia, que sería la más afectada por los problemas en el Mar Rojo, nunca ha tenido mucho tirón para los productores de ajo de la provincia, entre otros motivos, porque «ese mercado ya está inundado por el ajo chino», según explica el también presidente de la Mesa Nacional del Ajo, quien, no obstante, matiza que en otros tiempos sí se exportaba a Taiwán, Japón y Australia. 

Para Bacete, este conflicto pone de manifiesto «lo que ocurre cuando falla la globalización y dependemos de productos extranjeros», de ahí que abogue por defender y apoyar más la producción nacional.

De hecho, desde su  punto de vista, «hay que tener cuidado y apostar más por tener la producción y la despensa en casa para, d e esta manera, no tener problemas de esta índole».