Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


A pesar de los puentes

23/05/2024

La verdad es que mayo se está comportando, en lo que a meteorología se refiere, igual que ese amigo que lo mismo te da un abrazo que te muele a palos. Paseando por nuestras calles nos encontramos con quien luce unas monísimas sandalias cruzándose con quien aún luce el polar invernal. Así está siendo esta primavera que nos tiene despistados y a los conquenses más afortunados les hace estar con un ojo ya puesto en la predicción meteorológica para el macro puente que se avecina la semana próxima. No hay nada que me guste más que un buen puente (festivo, quiero decir) pero este siempre me deja cierto regusto amargo. 

Por un lado, nuestra comunidad decide, un año más, que todos los castellanos-manchegos celebremos la festividad del Corpus Christi el mismo jueves obviando que en la mayoría del territorio regional esta celebración, años ha, se trasladó al domingo. Será por aquello de hacer comunidad imponiendo la festividad toledana por excelencia. Es gracioso, desde luego, celebrar en Cuenca tan importante solemnidad religiosa con una fiesta exclusivamente civil. El caso es que entre unas cosas y otras los más afortunados juntarán cinco días festivos y los menos cuatro propiciando un más que notable éxodo. 

Y he aquí que nos volvemos a encontrar con la repetida ausencia de cualquier tipo de celebración con motivo de la festividad de la alcaldesa de honor de la ciudad. Decía Aldous Huxley en Un mundo feliz algo así como «sesenta y dos mil cuatrocientas repeticiones crean una verdad». Y yo creo que en eso estamos. Nos hemos acostumbrado tanto a pasar de puntillas en la celebración que inaugura el mes de junio que las generaciones próximas no entenderán por qué es festivo el día 1. O al menos ese camino llevamos. Entiendo que son fechas muy apetecibles para prácticamente inaugurar la temporada veraniega pero, ¿qué pasa con quienes no pueden o no quieren marcharse de la ciudad en este puente? ¿No merecen que haya algo que les recuerde qué estamos celebrando? 

Entiendo que pueda ser poco rentable ante la más que probable desbandada general pero, no sé, un pequeño guiño en forma de teatro, concierto o algo similar sería de agradecer para quienes no tengan la fortuna de desplazarse en este puente. Claro que en esta forma tan nuestra de hacer las cosas nos encontramos con que al patrón de la ciudad lo festejamos en fechas diferentes a su celebración, que la alcaldesa y patrona se encuentra una Cuenca prácticamente vacía cada año, que las fiestas veraniegas poco o nada tienen que ver con San Julián y que las fiestas septembrinas se realizan en el día de San Mateo quien poco o nada tuvo que ver con Cuenca. Quizá a fuerza de repetir estas actuaciones, estas costumbres, acabemos creyéndonos que no merece ningún esfuerzo organizativo colectivo la celebración patronal de junio. Y, precisamente, debería ser todo lo contrario. Por pequeño que sea, es necesario  un pequeño gesto que nos valga para recordar que, a pesar de los puentes, el 1 de junio es la Virgen de la Luz.