Fernando J. Cabañas

OLCADERRANTE

Fernando J. Cabañas


En 'mi muerte'

10/11/2020

Yo pensaba, hace años, que jamás me moriría. Estaba convencido de que sería uno de esos pocos seleccionados por el dedo divino para perdurar una vez que, extinguido este mundo, se cree una nueva sociedad que refunde a la humanidad. Pienso ahora que, visto lo que vivimos cada día, va siendo urgente que, sin mayor delación, alguien se ponga a ello. Que conste que, a pesar de ya no ser joven, no tengo descartado en absoluto lo de vivir de por muerte. Quizá sea porque me atrae la idea de, dado que regularmente incorporo a mi agenda objetivos a cumplir en vida, establecer otros por los que luchar en muerte. Genio y figura hasta más allá de la sepultura, diría quien me considerase merecedor de un resquicio de sólido afecto pero, fallecida mi madre, no sé si ese tipo de amores inquebrantables los tendré cerca alguna vez. Todavía tengo mis dudas sobre qué ocurrirá cuando yo muera pero, por si acaso, regularmente traslado a mi entorno mis penúltimas voluntades en relación a mi entierro. Por supuesto que no quiero que me quemen ni tampoco que, literalmente, me entierren. Prefiero que me metan en un nicho y, mejor aún, en un panteón. A poder ser quiero que mi ataúd quede depositado en el suelo, sin más. Y lo más importante de todo es que han de dejar el féretro sin cerrar con llave, ni tampoco clavada la tapa, libre para que si despierto —no seré el primero— pueda salir sin problema. Por último, quiero que me entierren con un palo largo, a modo de bastón de alcalde, que tenga en la punta de abajo un pincho puntiagudo de hierro forjado. ¡Corregidor en muerte! Me atrae la idea. Visto lo visto, dado que lo de trabajar en equipo nunca me ha parecido especialmente fructífero, acabo de trazarme nuevos retos para lo que me quede de vida: fijar el lugar de mi tumba así como adquirir yo mismo el bastón de mando y el teléfono móvil, con datos y batería inagotables, que me acompañarán si es que llegase a estar de cuerpo presente. Es mejor que uno mismo pelee por sus propios retos. Seguiré informando.